¿Qué le ocurre a nuestro cerebro cuando estamos estresados?
El estrés forma parte del estilo de vida actual y todos lo hemos sentido en algún momento. Una fecha límite, un problema familiar o una situación inesperada pueden hacer que nuestro cuerpo y mente reaccionen de forma intensa. Pero ¿sabías que el estrés tiene un profundo impacto en el cerebro?
Cuando estamos estresados, nuestro cerebro activa un sistema de alarma natural diseñado para protegernos, el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HHS). Este sistema libera una cascada de hormonas, entre ellas el cortisol y la adrenalina, que preparan al organismo para reaccionar ante el peligro. Es lo que se conoce como la respuesta de “lucha o huida”.
El cerebro en modo alerta
En pequeñas dosis, la respuesta al estrés resulta positiva, ya que nos mantiene concentrados, alerta y con energía para afrontar los retos diarios. Sin embargo, cuando el estrés se prolonga, como suele ocurrir en el ritmo de vida actual, el cerebro permanece en un estado de tensión constante, lo que provoca un desequilibrio en varias regiones clave.
La amígdala, encargada de gestionar las emociones, se hiperactiva, aumentando la propensión a la ansiedad, la irritabilidad y los pensamientos negativos. Por su parte, el hipocampo, fundamental para la memoria y el aprendizaje, puede disminuir su tamaño y funcionar con menor eficacia cuando hay un exceso de cortisol, lo que explica los olvidos y la dificultad para concentrarse durante periodos de estrés prolongado.
Asimismo, la corteza prefrontal, responsable de la toma de decisiones y del autocontrol, también se ve afectada, haciendo que reaccionemos de manera más impulsiva y que mantener la calma se vuelva más complicado.
El estrés crónico no solo altera el cerebro, sino que también repercute en todo el organismo. El sistema inmunitario se debilita, el sueño se ve afectado, la digestión se vuelve más lenta y la tensión arterial puede elevarse. Todo esto crea un círculo vicioso y cuanto más se estresa el cuerpo, más se agota la mente.
Por eso, cuidar del sistema nervioso es fundamental para mantener un equilibrio integral. El bienestar mental no se logra únicamente “pensando positivo”, sino también alimentando al cerebro con lo que necesita para funcionar bien.
Cómo apoyar al cerebro de manera natural
Además de dormir lo suficiente, mantenerse activo y practicar técnicas de relajación, la naturaleza ofrece valiosos aliados para gestionar el estrés de manera más saludable. Diversas plantas y nutrientes han demostrado tener efectos calmantes y restauradores sobre el sistema nervioso, ayudando al organismo a mantener el equilibrio en momentos de tensión.
Entre ellos destacan la Ashwagandha y la Rhodiola, adaptógenos naturales que fortalecen la resistencia del cuerpo frente al estrés físico y mental. Productos como Holomega Balance Emocional combinan estas plantas para favorecer la función neurológica y contribuir a la regeneración celular.
El magnesio es otro mineral esencial que promueve la relajación muscular y ayuda a reducir la fatiga mental. La fórmula de Holomega Magnesio N-Acetil Taurina está diseñada para disminuir el estrés, la ansiedad, las migrañas y otros síntomas asociados.
También sobresale la L-Teanina, un aminoácido que favorece un estado de calma y concentración sin provocar somnolencia. El complemento L-Teanina con Hipérico combina ambos nutrientes para equilibrar el sistema nervioso y reducir la ansiedad.
Por último, plantas tradicionales como la pasiflora ofrecen un apoyo natural para mejorar el descanso y aliviar la tensión. Ansiofin Forte reúne esta planta con otros nutrientes, como L-Lisina, L-Arginina y L-Triptófano, creando una fórmula eficaz para reducir el estrés y la ansiedad de forma integral.