Ajogran 300 cap.

Todas las células de nuestro cuerpo necesitan el aporte de oxígeno que nos proporciona la sangre. Para que ésta pueda llegar fácilmente a todas las células necesitamos una red de venas y arterias lo más flexibles posibles. La Presión Arterial es el parámetro que nos permite conocer tanto la fuerza con que sale la sangre del corazón como la resistencia que oponen los vasos sanguíneos a su paso. Los dos valores corresponden a las fases de Sístole ( expulsión ) y Diástole ( dilatación).

Existen estilos de vida con ejercicio físico o buenos hábitos nutricionales que ayudan al mejor mantenimiento de la Presión Arterial. Entre los alimentos que contribuyen a mantener una buena Presión Arterial podemos citar el Ajo, conocido y usado desde la antigüedad, con altos contenidos en Aliína, la enzima Aliinasa, vitaminas A, B1, B2 y C. La Aliína cuando se machaca se convierte en Aliícina por acción de la enzima aliinasa, lo que provoca el característico olor del ajo. 

La mejor forma de tomarlo es en maceración de aceite pues evitamos en parte su fuerte olor o una posible irritación del sistema gastrointestinal en personas sensibles.

El Muérdago es una planta parasitaria sobre ciertos árboles, rica en Arginina, Colina y Acetilcolina.

El Espino Blanco es un arbusto espinosos de flores blancas. Sus flores y frutos son ricos en polifenoles, aminas ( trimetilamina, tiramina, etc) y Colina.

El Ajo es uno de los vegetales con propiedades antimicrobianas más efectivas. Es eficaz contra bacterias, hongos y parásitos alimentarios. El aceite esencial es un agente antimicrobiano muy potente y, al ser eliminado por los pulmones, puede usarse para infecciones respiratorias como bronquitis crónica, estados catarrales, resfriados y gripe. También puede ser eficaz contra la tos y formar parte del tratamiento del asma bronquial. Previene de la mayoría de las infecciones, tanto digestivas como respiratorias y favorece el crecimiento de la flora bacteriana normal, destruyendo por el contrario los microorganismos patógenos. El ajo disminuye la agregación plaquetaria y la formación de trombos y tiene actividad hipolipemiante e hipocolesterolemiante, previniendo la aterosclerosis y los accidentes vasculares asociados a la misma. Por sus efectos beneficiosos sobre la circulación sanguínea, ayuda a disminuir la hipertensión arterial cuando se administra durante un tiempo más o menos largo. Las propiedades del ajo se deben a unas sustancias de naturaleza azufrada, la aliína y el ajoeno. La administración del ajo en cápsulas protegen a estas sustancias de su degradación por los jugos digestivos, preservando la eficacia del extracto.