Eucaliptus aceite esencial 12ml.

El eucalipto era denominado “el árbol de la fiebre” porque se plantaba en los terrenos cenagosos en zonas afectadas por la malaria para sanar los terrenos, puesto que al absorber el agua del suelo, la drenaba y transmitía propiedades antisépticas y repelentes de los mosquitos.

Hay más de 700 variedades de eucalipto. Sus variedades tienen diversas propiedades: combate las infecciones víricas, tiene efecto antirreumático, alivia problemas de mucosidades y problemas pulmonares.

Ante los primeros síntomas de resfriado, mezclaremos a partes iguales aceite esencial de árbol del té, pino y eucalipto sobre una base de almendras. Aplicaremos en masaje sobre pecho, cuello y espalda.

Esta mezcla también será muy efectiva en un baño terapéutico. Verteremos un par de cucharadas soperas de aceite vegetal con estos aceites esenciales cuando la bañera se esté llenando, conseguiremos el mismo efecto que una balsámica sauna.

En caso de resfriados, calentaremos hasta su ebullición una olla llena de agua. Cuando este hirviendo, la llevaremos a la habitación en donde vayamos a dormir, verteremos unas gotas de eucalipto, tendrá una acción balsámica; árbol del té, acción antiséptica y lavanda que ayudará a conciliar el sueño.