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Potente antioxidante, superior en su poder antirradicales libres a la vitamina E o a la vitamina C. Protector cerebral, de los ojos y de la salud cardiaca, inmunología, colesterol, neurodegeneración. Buen complemento para deportistas.
La astaxantina se extrae de forma natural del alga Haematococcus pluvialis, alga que vive en los ríos, por tanto de agua dulce (1 g de algas contiene 10 mg de astaxantina). Tiene una coloración rojiza, especialmente cuando se produce su enquistamiento debido a un cambio hacia condiciones desfavorables, como el cambio de temperatura o la irradiación excesiva de rayos UV del sol, en que produce grandes cantidades de astaxantina como método defensivo.
La astaxantina da lugar al color rojizo de los langostinos, gambas, cangrejos, etc., así como el color de los salmones o a los mismos flamencos, que las consumen en abundancia. En el mar se encuentra en abundancia en el Krill, que consume muchas algas.
El proceso de extracción se lleva a cabo a partir de las esporas del alga, muy ricas en astaxantina, liberando de las mismas esta sustancia para que sea fácilmente absorbida por el organismo. Es muy conveniente tomarla en un medio aceitoso, ya que la astaxantina es un caroteno y como tal es soluble en lípidos. Si no fuera así es recomendable tomarla junto a mantequilla, aceite o cualquier otra grasa, para no perder su eficacia. La dosis recomendada oscila entre 4 y 8 mg al día. Un exceso de esta sustancia puede dar lugar a coloración en la piel. Es uno de los antioxidantes más potentes que se conocen, debido a su estructura molecular con muchos electrones que pueden actuar todos a la vez en un momento dado, cosa que no ocurre con otros antioxidantes. Ello hace que dicha molécula no se desgaste y pueda seguir actuando como antirradical libre con gran eficacia biológica. Se dice de ella que es 65 veces más potente que la vitamina C y 54 veces más que el beta-caroteno.
Los beta-carotenos y otros son provitaminas A, que en el organismo dan lugar a la propia vitamina. Esto no ocurre con la astaxantina ni la zeaxantina o la luteína, ya que no son provitaminas A, no pudiendo por tanto dar lugar a una acumulación en el organismo, como puede ocurrir en el caso de la vitamina A.
En cuanto a sus acciones y debido a su potente efecto antioxidante y supresor del estrés oxidativo, se ha visto que tiene una gran utilidad en las enfermedades degenerativas de la retina y de la mácula, mejorando por tanto la visión. Es importante su efecto protector frente a la radiación solar, evitando en un porcentaje no definido las quemaduras e inflamaciones cuando se toma el sol. Es un protector de las células cerebrales y el sistema nervioso en general. Esto la puede hacer especialmente útil en el Alzheimer, falta de memoria y demencia senil. En el Parkinson puede ayudar a frenar el proceso degenerativo.
Otro campo de acción importante es su beneficio para los deportistas, mejorando la recuperación muscular y disminuyendo los dolores después del ejercicio. Por tanto, es saludable para las articulaciones y el esqueleto. Actúa mejorando la respuesta inmunológica.
Es eficaz contra la peroxidación de los lípidos, protegiendo contra el LDL (colesterol malo) o los triglicéridos. Puede ayudar a regenerar los daños causados por la anoxia o falta de oxígeno los tejidos, por ejemplo, en trastornos cardiacos. Aumenta el HDL (colesterol bueno) y es de ayuda en la hipertensión. Se ha visto en la demencia senil, la falta de memoria o en la pérdida de las cualidades cognoscitivas, que aumentan los hidroxiperóxidos de fosfolípidos, procedentes de la oxidación de las membranas celulares. Se ha comprobado que la astaxantina disminuye la cantidad de estos hidroxiperóxidos.
- Modo de empleo
- Tomar de 1 a 2 perlas al día.
- Presentación
- Perlas
- Cantidad
- 50 perlas de 770 mg.
- Indicaciones
- Antioxidante
- Áreas
- Hombre
Mujer - Sistema
- Sistema Inmunitario
- Plantas / Componentes
- Astaxantina
Vitamina E