EmotionLife Confidence de Equisalud, 50 mililitros

Esencia emocional para la transmutación del temor: promueve los sentimientos de seguridad, confianza y prudencia como sentido de los propios límites.

EmotionLife® Confidence contribuye a regular la respuesta biológica de huida, una estrategia adaptativa primitiva, en sentimientos de prudencia y confianza que constituyen los ingredientes más importantes de la seguridad interior. La seguridad es la primera necesidad humana que surge después de la satisfacción de las necesidades propiamente biológicas.

El pánico, la ansiedad anticipatoria, la timidez, el temor a lo desconocido, el temor de no estar a la altura de las circunstancias y los temores inconscientes programados en las respuestas automáticas del tallo cerebral, están en la base de muchas condiciones somáticas, que pueden ser moduladas por la esencia EmotionLife® Confidence de la línea EmotionLife®.
La liberación del temor genera un sentimiento de confianza que es la clave de la conocida respuesta de relajación, una compleja respuesta adaptativa que pone al organismo en un modo de ahorro energético, previniendo el estrés oxidativo, la hipertensión y las consecuencias del estrés sobre todos los sistemas orgánicos.
La prudencia fortalece el sentido de los propios límites, favoreciendo el sentimiento de autocontrol.
Estas dos condiciones, la confianza y la prudencia se relacionan con el aprendizaje en dos de los más conocidos arquetipos del inconsciente colectivo: el del Inocente y el Huérfano. A través de la confianza, que es el aprendizaje del Inocente, y de la prudencia o sentido de los propios límites, que es el aprendizaje del Huérfano, se satisface esa necesidad humana de seguridad interior.
El sustrato biológico del temor ha sido relacionado en la Medicina Tradicional China con el riñón, la glándula suprarrenal y el sistema óseo. En la concepción tradicional hindú se relaciona con la energía del primer centro de energía o chacra que corresponde al reino mineral. En un nivel más sutil, la seguridad representa la tierra firme del propio yo desde el cual se emprende el viaje al universo de relaciones con todo lo otro. Sin esta base de un territorio interior de seguridad priman el miedo, la desconfianza y la sensación interior de estar perdidos, dando lugar a la búsqueda de soportes externos que generan patrones de dependencia.
Esta esencia para transmutar el temor y aquella que corresponde a la promoción de los sentimientos asociados a la alegría, son el mejor sustrato para la salud emocional, pues el amor y el temor son las dos situaciones afectivas básicas, hasta el punto de que su resolución favorece la armonización de otros disturbios afectivos.