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Desde hace más de 3000 años se es utilizado en la medicina tradicional del Oriente: China, Japón, Malasia. Ya antiguamente se decía de él que ayudaba a conseguir una larga y saludable vida. Es un hongo muy difícil de comerlo al natural, ya que posee un desagradable sabor amargo. Posee gran cantidad de ácidos insaturados, alcaloides naturales, abundantes polisacáridos y minerales como el germanio y el calcio. Es un alimento considerado adaptógeno, ya que nutre el cuerpo para ayudarle a sobreponerse a situaciones de gran desgaste físico y mental. Crece en todas las latitudes cálidas del planeta de clima sub-tropical. Se desarrolla en el tronco de los árboles dañados o en los muertos.
Contiene:
Polisacáridos, peptidoglicanos y heteropolisacáridos.
Triterpenos (ácidos ganodéricos clasificados de la A à Z) con actividad tipo antihistamínica (A, C y D), hepatoprotectiva (R), anti-hipertensiva (B, D, F, H, K, S, Y), hipocolesterolémica (M,F), ACE-inhibidor (ganoderol B) y antiagregante plaquetario. Sales minerales (hierro, zinc, manganeso, magnesio, gotasio, Germanio, calcio). Vitaminas del grupo B (en particular ácido fólico). 17 aminoácidos entre los cuales todos los esenciales. Esteroles y corticoides naturales.
Adenosina y guanosina con efecto antiagregante plaquetario, miorelajante (músculo esquelético) y sedativo del SNC.
Sus beneficios son muchos. Contrarresta la fatiga crónica y modula el sistema inmunológico. Su acción antioxidante hace del Reishi un buen aliado en la lucha contra los radicales libres. Ha sido recomendado tradicionalmente para los problemas de la mente como el insomnio, la ansiedad y el estrés. También se dice que es útil para enfermedades inmunológicas, infecciones virales, diabetes, para mejorar la función mental, la enfermedad de altura, las úlceras.
Puede ser un buen complemento ante enfermedades cardiovasculares ya que se le atribuye acción reguladora del colesterol, de la hipertensión. Tiene efecto antiagregante plaquetario, anticoagulante. Investigadores en China encontraron que el Reishi mejora el flujo sanguíneo y baja el consumo de oxígeno del músculo cardíaco. En 1990, investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, encontraron que el Reishi también puede ser eficaz en inflamaciones osteoarticulares, tortícolis y contracturas musculares. Se suele usar en China para el tratamiento de problemas del hígado como las hepatitis y la cirrosis. Contra las enfermedades alérgicas, incluyendo el asma y las dermatitis.
En Japón se han hecho estudios del Reishi en la investigación contra tumores. Puede ser, pues, un buen aliado en la prevención de procesos oncológicos. El Dr. Morishige afirma que eso es gracias a unos polisacáridos llamados Beta-D-glucán que fortalecen nuestro sistema inmunológico. Su gran experiencia con el Reishi también le han llevado a confirmar que altas dosis de vitamina C incrementan la efectividad de este hongo.
- Modo de empleo
- Tomar 1 a 2 cápsulas al día, a cualquier hora, o según consejo de un especialista. Fuertes dosis pueden producir sequedad de boca y garganta, mareos y molestias abdominales. Raras veces sangrado nasal. No debe darse junto a anticoagulantes
- Presentación
- Cápsulas
- Cantidad
- 50 cápsulas de 590 miligramos
- Indicaciones
- Agotamiento físico
Alergias
Asma
Cansancio / Decaimiento - Áreas
- Hombre
Mujer - Sistema
- Sistema Inmunitario
- Plantas / Componentes
- Reishi
Reishi extracto seco (Ganoderma lucidum, cuerpo fructífero, 20 % polisacáridos), 400 mg; vitamina C (ácido L-ascórbico), 40 mg. Excipientes tecnológicos: celulosa microcristalina (agente de carga), c.s. y estearato de magnesio (antiaglomerante), c.s. Envoltura: polisacárido de origen vegetal (pululano).