La importancia de los antioxidantes
La palabra antioxidante tiene su origen en la función que, compuestos como minerales, vitaminas y otros elementos químicos, realizan sobre sustancias dañinas como los radicales libres. Los radicales libres reaccionan con ciertos componentes de las células alterando su función y estabilidad.
¿Qué son los radicales libres?
Los radicales libres son moléculas que se producen como consecuencia de las reacciones biológicas de nuestro cuerpo. El oxígeno utilizado para la respiración y para producir energía en el organismo es el causante de la oxidación celular porque al sintetizarse es cuando se generan los radicales libres. Por suerte, nuestro sistema cuenta con defensas que neutralizan los efectos de éstos, que es el caso de los antioxidantes.
Para que los radicales libres no resulten nocivos y su funcionamiento sea el correcto, tienen que existir catalizadores que produzcan ese equilibrio en el organismo. Y ésta es la función de los antioxidantes, hacer que los radicales libres sean moléculas estables y evitar la pérdida de células a causa de estos.
Función de los antioxidantes
Los antioxidantes son nutrientes que tienen la función de combatir los radicales libres causantes de la entrada del oxígeno que genera la oxidación de las células y que aceleran el envejecimiento. Tienen la función de retrasar o prevenir el desarrollo de ciertas enfermedades cardiovasculares o degenerativas como el envejecimiento.
Las vitaminas, con potente poder antioxidante, se encargan de la reparación de los tejidos; del mantenimiento de la piel, cabello, huesos, uñas y dientes; y ayudan a mejorar la salud de nuestra visión. La vitamina C por ejemplo, que se encuentra en cítricos, participa en la síntesis de colágeno que ayuda a fortalecer y a mantener unidos los tejidos de todo el cuerpo.
La vitamina E o Tocoferol, proporciona protección al organismo frente a agentes tóxicos. Ayuda a prevenir problemas oculares y cardiacos, anemias y la destrucción anormal de los glóbulos rojos. Ésta se encuentra principalmente en los aceites vegetales, cereales y en la yema de huevo.
Por otro lado, tenemos el glutatión, que es un antioxidante que el propio cuerpo produce y se puede encontrar también en complementos alimenticios. Éste contrarresta el efecto de los radicales libres.
Principales fuentes de antioxidantes
Los antioxidantes están presentes principalmente en alimentos de origen vegetal. Entre ellos, tenemos el Betacaroteno que se puede encontrar en alimentos de coloración naranja como calabaza, zanahoria, albaricoques o mango y en verduras de hoja verde como coles y espinacas. Éste es precursor de la Vitamina A por lo que estos alimentos también proporcionan un aporte optimo de esta vitamina que está presente también en el hígado o la yema de huevo.
Asimismo, la Vitamina C es la principal protagonista en gran variedad de frutas y verduras como fresas, kiwis, tomates o naranjas. En cuanto a la Vitamina E o Alfa Tocoferol, se encuentra en los aceites de semillas como frutos secos, girasol, maíz o soja.
Por otro lado, la Luteína también la encontramos en verduras de hoja verde y además en los huevos. El Licopeno, es un poderoso antioxidante que está presente en la sandía, el tomate o la papaya. No hay que olvidarse de los minerales como el Selenio que están en el trigo, el arroz y la carne y que son parte de enzimas con función antioxidante.
Beneficios de los complementos alimenticios
Los complementos alimenticios son una ayuda extra para sumar un aporte adecuado de antioxidantes a la dieta, pero siempre deben ir acompañados de un estilo de vida saludable y una alimentación equilibrada.
Entre los más recomendados se encuentra toda la gama vitamínica Holovit y Lipolife Gold que contribuyen al metabolismo celular, a la síntesis de colágeno, al mantenimiento del sistema nervioso y a la formación y el mantenimiento de cartílagos, ligamentos, vasos sanguíneos, huesos, dientes y encías.