¿Qué es la Microbiota o flora intestinal?
La microbiota se refiere a la comunidad de microorganismos reunidos en un lugar determinado del organismo como la superficie de la piel, la boca, las mucosas o el tracto intestinal. En este artículo vamos a centrarnos en el conjunto de microorganismos vivos que se encuentran en el intestino, comúnmente conocido como flora intestinal y que es altamente beneficiosa para el desarrollo del sistema inmune.
La microbiota es innata, recibimos parte de la carga microbiana durante el momento del parto y se va desarrollando a lo largo de nuestra vida. Los bebés nacidos por cesárea tienen una menor diversidad bacteriana y un patrón de bacterias diferente al no pasar por el canal vaginal. La microbiota es estable en nuestro organismo hasta que alcanzamos los tres años de edad. A partir de este momento, nuestra microbiota puede sufrir cambios o modificaciones en función del tipo de dieta y los hábitos alimenticios.
En el intestino delgado hay un número mucho más reducido de bacterias debido a las secreciones ácidas del estómago y las secreciones pancreáticas y biliares que destruyen gran parte de los microorganismos ingeridos. Además, los movimientos intestinales son más enérgicos en esta parte e impiden la implantación de microorganismos. Sin embargo, el tramo más densamente poblado por la microbiota es el colon. Aquí, el tránsito intestinal es más lento, no hay mecanismos que supriman el crecimiento bacteriano y las condiciones de temperatura y viscosidad son las adecuadas para estos microorganismos.
¿Cómo ayuda la flora intestinal a nuestro cuerpo?
La microbiota localizada en tracto digestivo cumple una serie de funciones que ayudan a nuestro organismo, entre ellas, la de beneficiar el desarrollo de nuestro sistema inmune.
Su tarea principal es la de nutrir a las células intestinales mediante la fermentación bacteriana de la fibra que comemos. Esta fermentación también contribuye a la producción de unos ácidos grasos que están asociados a la reducción de ciertos tipos de cáncer. Ayuda a producir vitaminas como la K o la B12, a la formación de aminoácidos o a mejorar la absorción del hierro y el calcio en el colon.
A la microbiota también se le atribuye una función de barrera, ya que previene la invasión de agentes infecciosos evitando determinadas enfermedades. Las bacterias de nuestra microbiota se instalan de manera que impiden la colonización por bacterias exógenas o patógenas y mantiene un equilibrio de especies que evita su sobrecrecimiento. Este delicado equilibro se debe a la labor de las células intestinales que identifican las baterías patógenas de la propia microbiota. Una pérdida del equilibrio o disbiosis, podría comprometer la inmunidad y desencadenar respuestas inflamatorias.
¿Qué puede alterar nuestra microbiota?
Como ya hemos mencionado anteriormente, la microbiota puede cambiar a lo largo del tiempo. Estas modificaciones suelen estar relacionados con factores externos como los hábitos alimenticios, el estilo de vida, el tipo de dieta que consumamos o algunas enfermedades. Más en profundidad, algunos de estos factores son:
- Infecciones
- Trastornos del sistema digestivo
- Procesos diarreicos agudos
- Ingesta de antibióticos
- Estrés
- Hábitos tóxicos como el consumo de alcohol o tabaco.
- Sedentarismo
- Predisposición genética
- Envejecimiento
¿Qué sucede cuando la microbiota se altera?
El desequilibrio de la microbiota se conoce como disbiosis y está provocado por las alteraciones de la flora intestinal. Estas alteraciones, así como el desequilibrio en la microbiota pueden provocar enfermedades intestinales o cardiovasculares. Sin embargo, no podemos dejar de lado que ciertas enfermedades pueden alterar la microbiota llegando a producir disbiosis.
En este sentido, las terapias con probióticos y prebióticos son una ciencia emergente. Por un lado, los probióticos mejoran la digestión si se consumen en cantidades adecuadas. Por otro, los prebióticos favorecen la flora intestinal y la absorción de ciertos minerales.
¿Qué notamos cuando se altera la microbiota?
- Diarrea o Estreñimiento
- Distensión abdominal: abdomen hinchado
- Digestiones pesadas
- Gases
- Dolor
- Ruido intestinal
Enfermedades asociadas a las alteraciones de la microbiota
Las alteraciones en la microbiota pueden generar distintos daños en el tracto digestivo y afectar al resto del organismo, ya que está fuertemente relacionada con el desarrollo de diferentes enfermedades intestinales. Aunque también se relaciona con otras como la obesidad o el asma, así como con distintas enfermedades cardiovasculares.
Las principales enfermedades intestinales relacionadas directamente con la microbiota son las siguientes:
- Entercolitis necrosante: es común en recién nacidos y puede tener lugar a causa de la lactancia artificial o de la prematuridad.
- Enfermedad celíaca: es un trastorno que se produce a causa de una reacción a la ingesta de gluten.
- Enfermedad de Crohn
- Colitis ulcerosa
- Diarrea aguda: puede ir acompañada de vómitos, fiebre, náuseas y deshidratación.
- Infección por Helicobacter Pylori: puede producir gastritis, cáncer de estómago y úlcera gástrica.
¿Cómo podemos cuidar nuestra microbiota?
Una dieta equilibrada es la mejor manera de cuidar nuestra flora intestinal, priorizando alimentos vegetales y fomentando el consumo de frutas y verduras variadas. Los polifenoles que aportan este tipo de alimentos tienen función antioxidante y sirven para mejorar la composición de nuestra microbiota. La fibra también ayuda, sobre todo si es soluble, ya que promueve el crecimiento y actividad de las bacterias beneficiosas.
Reducir la ingesta de grasas saturadas y azúcares también ayuda a mejorar nuestra flora intestinal.
Otra opción para mejorar nuestra microbiota es consumir complementos alimenticios basados en probióticos y prebióticos. El consumo de probióticos ayuda a mejorar la digestión. Mientras que el consumo de prebióticos ayuda con la absorción de ciertos minerales necesarios para el organismo, así como favorecen la propia microbiota.
Actualmente, para saber si un probiótico es efectivo debe de pasar una serie de controles que evalúan su calidad, entre los que se incluyen:
- La actividad
- La supervivencia en el tracto intestinal
- Estabilidad del complemento alimenticio
Muchos productos de este tipo ven afectada su estabilidad y efectividad debido a que los microorganismos que contienen mueren durante la vida útil del producto.
En este caso, nosotros recomendamos Megaflora 9, de la línea Microbiota. Este complemento alimenticio en particular, contiene una nueva mezcla de probióticos y prebióticos obtenida empleando una tecnología que asegura su elevada estabilidad. Enriquecido con una matriz compuesta por almidón de maíz, fructooligosacáridos (FOS), minerales y enzimas, incrementa su actividad biológica y potencia la supervivencia de las baterías a su paso por el tracto intestinal.