Como atenuar los síntomas de la alergia primaveral
En los últimos años, debido a las condiciones climáticas, la alergia primaveral se ha incrementado y actualmente en España se estima que la sufren 8 millones de personas, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
El diagnóstico personalizado por parte de un especialista junto a un tratamiento adecuado y la mejora de los hábitos en nuestro día a día son vitales para sobrellevar mejor esta estación.
¿Cuál es su causa?
La alergia primaveral se produce como respuesta del sistema inmunitario a un agente extraño. La principal causa de esta reacción es el polen, ya que es esta época la que las plantas comienzan la polinización y en consecuencia, a producirlo con mayor frecuencia.
Cuando esta sustancia entra en contacto con las vías respiratorias, el sistema inmunológico lo percibe como dañino y actúa contra él produciendo los desagradables síntomas de la alergia.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas son similares a un resfriado y se desencadenan en la nariz, garganta, ojos y pulmones. Lo que la caracteriza principalmente es el aumento de la mucosidad y lo que la diferencia de un resfriado es la conjuntivitis, que produce el enrojecimiento de los ojos, lagrimeo y picor.
Estornudos, congestión nasal, rinitis, tos, sensación de ahogo y enrojecimiento de la piel son otros de los síntomas que hacen de la alergia primaveral un trastorno difícil de sobrellevar.
¿Qué medidas podemos tomar?
Para poder disfrutar de esta estación sin grandes complicaciones existen algunas pautas que podemos llevar a cabo para minimizar los efectos. Una de ellas es el cerrar las ventanas de casa dentro de lo posible para evitar la entrada del polen y el uso de gafas del sol al salir a la calle para proteger los ojos de este alérgeno. Asimismo, será recomendable extremar la limpieza en casa y si se conduce cerrar las ventanillas del automóvil.
Estas medidas son importantes para reducir la dimensión de los síntomas y también será necesario empezar a prestar especial atención al cuidado del hígado y los intestinos. Éste último tiene un papel muy importante en nuestro sistema inmunológico, ya que tiene mecanismos de defensa que impiden el acceso de sustancias dañinas a nuestro organismo.
¿Cómo influye la alimentación?
La alimentación también es clave para poder sobrellevar los síntomas y para ello es necesario evitar aquellos alimentos o hábitos que puedan dañar el organismo y no sean de ayuda para las defensas. Es necesario aumentar el consumo de vegetales como la alcachofa, escarola, rúcula y espárragos que benefician al hígado para realizar la tarea de depuración de toxinas. Y eliminar el tabaco, alcohol y alimentos procesados que dañan la mucosa intestinal e intoxican el hígado.
Entre los alimentos que pueden facilitarnos el día a día en esta situación se encuentran el salmón, rico en ácidos grasos omega 3, que ayuda a reducir las reacciones alérgicas por su efecto antiinflamatorio; y el ajo, la cebolla y la manzana que benefician al sistema inmunológico gracias a sus numerosas propiedades antioxidantes.
¿Cómo ayudan los complementos alimenticios?
Los complementos alimenticios pueden ayudar en la disminución de los síntomas y a reducir la gravedad de los brotes alérgicos. El objetivo de éstos es reducir la respuesta del organismo a los alérgenos sin dañar las defensas naturales y contribuyendo a reforzarlas.
Para minimizar síntomas nasales y oculares existen algunos productos naturales como el Holomega Stop Alerg, formulado con Quercetina, que posee efecto antialérgico; Alcaparra, con efecto antihistamínico; y Manganeso, que colabora en la protección de las células frente al daño oxidativo.