Preparación de la piel para el sol
La exposición prolongada a la radiación solar, sin protección, es la causante del 80 % del envejecimiento prematuro de la piel con todas las consecuencias que ello conlleva a lo largo del tiempo, como son las manchas y las arrugas.
Es por eso que, cuando se acerca el buen tiempo, es importante tomar el sol con moderación y tener conocimiento de las medidas necesarias a llevar a cabo para preparar la piel antes de la exposición solar. Unas pautas adecuadas pueden ayudar a cuidar nuestra piel y estimular la producción de melanina para obtener un mejor bronceado.
Los expertos recomiendan comenzar esta preparación antes de la entrada de la primavera para poder preservar la salud de nuestra piel.
Pautas para preparar la piel
La primera medida a llevar a cabo es la exfoliación para eliminar las células muertas y beneficiar la renovación celular y así permitir mayor entrada de oxígeno. La hidratación profunda también es muy importante en esta época, aunque la tengamos más interiorizada en nuestra rutina en invierno.
En segundo lugar, utilizar cremas que nos aporten protección solar además de hidratación, sería lo idóneo, siempre respetando nuestro tipo de piel para escoger el cosmético más adecuado.
La tercera pauta es la alimentación. Si nos cuidamos por dentro, eso se nota por fuera. Por eso es vital llevar una dieta adecuada a lo que nos demanda la estación. Los alimentos compuestos por hidratos de carbono saludables como la zanahoria, tomate, melón o albaricoque ayudan a estimular la melanina y, gracias al poder antioxidante de las vitaminas, protegen las células del daño de los radicales libres, previniendo así el envejecimiento prematuro.
En cuarto lugar, una exposición gradual a los rayos ultravioleta sería recomendable para ir habituando la piel antes de exponerla directamente durante demasiado tiempo. Sería cuestión de comenzar exponiéndose unos pocos minutos y día a día ir aumentando. Así aprovecharíamos también el beneficio de sintetizar la vitamina D a través de los rayos solares.
Y, por último, y no por ello menos importante, la hidratación interna. Al ser una época en la que perdemos muchos fluidos por el incremento de la sudoración es necesario ingerir entre dos o dos litros y medio de agua diaria, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto también repercutirá en la salud de nuestra piel.
Como nos protegen los complementos alimenticios
Los complementos alimenticios son una buena opción para incrementar la protección frente a los rayos solares, pero esta vez de manera interna. Se trata de productos naturales con una gran fuente de antioxidantes que tienen función regeneradora y fotoprotectora. Su función es bloquear los efectos perjudiciales de los rayos UVA, UVB e infrarrojos.
Para mayor efectividad es necesario realizar su toma un mes antes de la primera exposición solar y sobre todo antes de comenzar a ponernos aquellas prendas que dejan al descubierto partes del cuerpo que, días atrás, permanecían cubiertas.
Estos complementos, especialmente los formulados con betacarotenos, activan la creación de melanina y, por lo tanto, aceleran el bronceado. Eso sí, es importante tener en cuenta que éstos jamás serán sustitutivo de la protección solar de uso tópico.
Entre los activos principales de estos nutraceúticos se encuentran la astaxantina, el licopeno, la luteína y los betacarotenos. La astaxantina y el licopeno son carotenoides y potentes antioxidantes que protegen frente al daño producido por el sol, ya que son absorbentes de los rayos ultravioleta. Asimismo, eliminan los radicales libres producidos por la radiación solar.
La luteína también es un gran antioxidante y fotoprotector y actúa como un agente antienvejecimiento. Su función es la de filtro solar, bloqueando los rayos UV. Y el betacaroteno es un fotoprotector solar natural que protege de los rayos ultravioleta disminuyendo el riesgo de quemaduras solares. Se trata de un antioxidante que neutraliza los radicales libres dentro de las células y da un aspecto saludable a la piel.